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del tormento.
CHISPA: Si es así,
pues para cantar nací,
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he de cantar, ¡vive Dios!
Cantan
"¡Tormento me quieren dar!"
REBOLLEDO: "Y, ¿qué quieren darme a mí?"
CRESPO: ¿Qué hacéis?
CHISPA: Templar desde aquí
pues que vamos a cantar.
Vanse. Sale JUAN
JUAN: Desde que al traidor herí
en el monte, desde que
riñendo con él, porque
llegaron tantos, volví
la espalda, el monte he corrido,
la espesura he penetrado,
y a mi hermana no he encontrado.
En efecto, me he atrevido
a venirme hasta el lugar
y entrar dentro de mi casa,
donde todo lo que pasa
a mi padre he de contar.
Veré lo que me aconseja
que haga, cielos, en favor
de mi vida y de mi honor.
Salen ISABEL e INÉS
INÉS: Tanto sentimiento deja;
que vivir tan afligida,
no es vivir, matarte es.
ISABEL: Pues, ¿quién te ha dicho, ¡ay Inés!,
que no aborrezco la vida?
JUAN: Diré a mi padre... ¡ay de mí!
¿No es ésta Isabel? Es llano,
pues, ¿qué espero?
Saca la daga
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INÉS: ¡Primo!
ISABEL: ¡Hermano!
¿Qué intentas?
JUAN: Vengar así
la ocasión en que hoy has puesto
mi vida y mi honor.
ISABEL: ¡Advierte!...
JUAN: Tengo de darte la muerte,
¡viven los cielos!
Sale Pedro CRESPO [con la vara]
CRESPO: ¿Qué es esto?
JUAN: Es satisfacer, señor,
una injuria, y es vengar
una ofensa, y castigar...
CRESPO: Basta, basta; que es error
que os atreváis a venir...
JUAN: (¿Qué es lo que mirando estoy?) Aparte
CRESPO: ...delante así de mí hoy,
acabando ahora de herir
en el monte un capitán.
JUAN: Señor, si le hice esa ofensa,
que fue en honrada defensa
de tu honor.
CRESPO: ¡Ea, basta, Juan!
¡Hola!
Salen los labradores
¡Llevadle también
preso!
JUAN: ¿A tu hijo, señor,
tratas con tanto rigor?
CRESPO: Y aun a mi padre también
con tal rigor le tratara.
(Aquesto es asegurar Aparte
su vida, y han de pensar
que es la justicia más rara
del mundo.)
JUAN: Escucha por qué.
Habiendo un traidor herido,
a mi hermana he pretendido
matar también...
CRESPO: Ya lo sé.
Pero no basta sabello
yo como yo, que ha de ser
como alcalde, y he de hacer
información sobre ello;
y hasta que conste, qué culpa
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te resulta del proceso,
tengo de tenerte preso.
(Yo le hallaré la disculpa.) Aparte
JUAN: Nadie entender solicita
tu fin, pues sin honra ya
prendes a quien te la da,
guardando a quien te la quita.
Llévanlo preso [a JUAN]
CRESPO: Isabel, entra a firmar
esta querella que has dado
contra aquél que te ha injuriado.
ISABEL: ¿Tú, que quisiste ocultar
nuestra ofensa, eres ahora
quien más trata publicarla?
Pues no consigues vengarla,
consigue el callarla ahora.
CRESPO: Que ya que,como quisiera
me quita esta obligación,
satisfacer mi opinión
ha de ser de esta manera.
Vase [ISABEL]
Inés, pon ahí esa vara;
pues que por bien no ha querido
ver el caso conclüido,
querrá por mal.
Dentro
LOPE: ¡Para, para!
CRESPO: ¿Qué es aquesto? ¿Quién, quién hoy
se apea en mi casa así?
Pero, ¿quién se ha entrado aquí?
Sale don LOPE
LOPE: ¡Oh, Pero Crespo! Yo soy,
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que volviendo a este lugar
de la mitad del camino
donde me trae--imagino--
un grandísimo pesar,
no era bien ir a apearme
a otra parte, siendo vos
tan mi amigo.
CRESPO: ¡Guárdeos Dios!
Que siempre tratáis de honrarme.
LOPE: Vuestro hijo no ha parecido
por allá.
CRESPO: Preso sabréis
la ocasión. La que tenéis,
señor, de haberos venido,
me haced merced de contar;
que venís mortal, señor.
LOPE: La desvergüenza es mayor
que se puede imaginar.
Es el mayor desatino
que hombre ninguno intentó.
Un soldado me alcanzó
y me dijo en el camino...
¡Que estoy perdido, os confieso,
de cólera!...
CRESPO: Proseguí.
LOPE: ...que un alcaldillo de aquí
al capitán tiene preso;
y, ¡voto a Dios!, no he sentido
en toda aquesta jornada
esta pierna excomulgada
si no es hoy, que me ha impedido
el haber antes llegado
donde el castigo le dé.
¡Voto a Jesucristo, que
al grande desvergonzado
a palos le he de matar!
CRESPO: Pues habéis venido en balde;
porque pienso que el alcalde
no se los dejará dar.
LOPE: Pues dárselos sin que deje
dárselos.
CRESPO: Malo lo veo;
ni que haya en el mundo creo
quien tan mal os aconseje.
¿Sabéis por qué le prendió?
LOPE: No; mas sea lo que fuere
justicia la parte espere
de mí; que también sé yo
degollar si es necesario.
CRESPO: Vos no debéis de alcanzar,
señor, lo que en un lugar
es un alcalde ordinario.
LOPE: ¿Será más de un villanote?
CRESPO: Un villanote será
que, si cabezudo da,
en que ha de darle garrote,
¡par Dios!, se salga con ello.
LOPE: No se saldrá tal, ¡par Dios!,
y si por ventura vos,
si sale o no, queréis vello,
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decidme dó vive o no.
CRESPO: Bien cerca vive de aquí.
LOPE: Pues a decirme vení
quién es el alcalde.
CRESPO: Yo.
LOPE: ¡Voto a Dios, que lo sospecho!
CRESPO: ¡Voto a Dios, como os le he dicho!
LOPE: Pues, Crespo, lo dicho dicho.
CRESPO: Pues, señor, lo hecho hecho.
LOPE: Yo por el preso he venido
y a castigar este exceso.
CRESPO: Pues yo acá le tengo preso
por lo que acá ha sucedido.
LOPE: ¿Vos sabéis que a servir pasa
al Rey, y soy su juez yo?
CRESPO: ¿Vos sabéis que me robó
a mi hija de mi casa?
LOPE: ¿Vos sabéis que mi valor
dueño de esta causa ha sido?
CRESPO: ¿Vos sabéis cómo atrevido
robó en un monte mi honor?
LOPE: ¿Vos sabéis cuánto os prefiere
el cargo que he gobernado?
CRESPO: ¿Vos sabéis que le he rogado
con la paz y no la quiere?
LOPE: Que os entráis no es bien, se arguya,
en otra jurisdicción.
CRESPO: Él se me entró en mi opinión
sin ser jurisdicción suya.
LOPE: Yo os sabré satisfacer
obligándome a la paga.
CRESPO: Jamás pedí a nadie que haga
lo que yo me pueda hacer.
LOPE: Yo me he de llevar el preso;
ya estoy en ello empeñado.
CRESPO: Yo por acá he sustanciado
el proceso.
LOPE: ¿Qué es proceso?
CRESPO: Unos pliegos de papel,
que voy juntando, en razón
de hacer la averiguación
de la causa.
LOPE: Iré por él
a la cárcel.
CRESPO: No embarazo
que vais, solo se repare
que hay orden que al que llegare
le den un arcabuzazo.
LOPE: Como a esas balas estoy
enseñado yo a esperar...
(Mas no se ha de aventurar Aparte
nada en el acción de hoy.)
¡Hola, soldado!
Sale un SOLDADO
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Id volando,
y a todas las compañías
que alojadas estos días
han estado y van marchando
decid que bien ordenadas
lleguen aquí en escuadrones,
con balas en los cañones
y con las cuerdas caladas.
SOLDADO 1: No fue menester llamar
la gente; que habiendo oído
aquesto que ha sucedido
se ha entrado en el lugar.
LOPE: Pues, ¡voto a Dios!, que he de ver
si me dan el preso o no.
CRESPO: Pues, ¡voto a Dios!, que antes yo
haré lo que se ha de hacer!
Éntranse. Tocan cajas y dicen dentro
LOPE: Ésta es la cárcel, soldados,
adonde está del capitán.
Si no os le dan al momento,
poned fuego y la abrasad.
Y si se pone en defensa
el lugar, todo el lugar.
ESCRIBANO: Ya, aunque rompan la cárcel,
no le darán libertad.
LOPE: ¡Mueran aquestos villanos! [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

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